Las Marquesas, la tierra de los hombres de Tahití y sus islas

Tierra de historia y leyendas, las Islas Marquesas son tan fascinantes como inolvidables. El archipiélago, también conocido como “Te henua ‘Enata – La Tierra de los Hombres”, presume de paisajes prístinos: picos montañosos, vertiginosas cascadas, bahías majestuosas… Estas islas vírgenes también albergan algunos yacimientos arqueológicos impresionantes. Situadas a 1,500 km al noreste de Tahiti,
las Islas Marquesas están impregnadas de una cultura vibrante y de un maná único.

¿Por qué elegir las Islas Marquesas

Nuku Hiva

Si simbolizáramos la casa de Dios en las islas Marquesas, Nuku Hiva, que es la isla más grande, representaría la parte superior. Sus vertiginosos picos y asombrosas laderas se funden con el azul del Océano Pacífico. Un mundo especial te abre sus puertas. El punto de partida de tu aventura es Taioha’e, la capital regional del archipiélago, situada al final de una gran bahía del mismo nombre. Paisajes sorprendentes, una historia arqueológica increíble, leyendas inolvidables y una rica cultura, todo por descubrir junto a una población especialmente amable.

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Hiva Oa

Según la leyenda, Hiva Oa simboliza la “gran casa” del Creador. En los tiempos modernos, se ha convertido en el Jardín de las Islas Marquesas gracias a sus suelos fértiles y exuberantes. La isla está implacablemente gobernada por la naturaleza, verde, invasiva y luminosa hasta el punto de que las carreteras y las casas se desvanecen en el fondo, confundiéndose con el entorno. Los escarpados paisajes de la isla son una mezcla de crestas afiladas, picos y valles dispersos con yacimientos arqueológicos y ruinas. En Hiva Oa se encuentran las estatuas tiki más grandes de Las Islas de Tahiti. Con sus playas de arena negra a la sombra de imponentes acantilados que se sumergen en el océano Pacífico, Atuona, el pueblo principal de la isla, está enclavado en la cabecera de la bahía de Taaoa. La dominan el monte Temetiu, de 1,276 metros, y el monte Fe’ani, de 1,016 metros. También es la isla donde dos famosos artistas decidieron hallar el descanso eterno: el pintor Paul Gauguin y el poeta, cantante y actor Jacques Brel.

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Ua Pou

Ua Pou es el símbolo de los pilares de la entrada a la “casa del Creador”. Las monumentales columnas de basalto de Poutetaunui y Poumaka, dos guerreros legendarios, coquetean con el cielo. En 1888, inspiraron al escritor Robert Louis Stevenson, que las comparó con dos “agujas volcánicas parecidas al campanario de una iglesia”. Dominan con orgullo el pueblo de Hakahau Bay, el principal de la isla.

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Ua Huka

Simboliza el “cesto lleno” del hogar del Creador, Ua Huka es famoso por su suelo y paisajes secos. Los caballos salvajes galopan por esta tierra desértica y las cabras salvajes trepan por las llanuras de esta isla mística y pacífica. Ua Huka invita a los viajeros a descubrir un mundo aislado y virgen donde los antepasados son parte integrante de la vida cotidiana de sus habitantes.

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Tahuata

Tahuata —”la salida del sol” o “el hogar que ilumina”— ocupa un lugar muy especial y poético en la construcción de la casa del Creador. Accesible por mar, la isla es un paraíso de descubrimientos para el viajero privilegiado que la visita. Desde fértiles valles a bahías cristalinas, este lugar de historia y creatividad es un paraíso exquisito y relajante. La mayoría de los lugareños se ganan la vida con artesanías sencillamente notables, como piezas talladas en hueso o en la madera rosada conocida como miro (Thespesia populnea). El monoi, el famoso aceite elaborado a partir del coco, mezcla el saber tradicional y la fragancia, proporcionando aromas hipnóticos y hechizantes, semejantes a un poderoso y voluptuoso elixir de amor.

Fatu Hiva

El tejado de la casa del Creador, Fatu Hiva es una pequeña y magnífica isla de las Marquesas. En cuanto llegas desde el mar, su magia se apodera de ti con sus paisajes escarpados donde la exuberante vegetación se funde con el cielo. En 1937, Thor Heyerdahl y su esposa, en busca de naturaleza y autenticidad, desembarcaron en la isla y renunciaron a su vida moderna. Hoy, llegar a la isla significa experimentar las mismas sensaciones. Los lugareños viven cerca de la aldea de Omoa, donde elaboran tapas tradicionales de renombre con corteza de árbol. Hanavave alberga la soberbia Bahía de las Vírgenes, una de las más bellas del mundo, donde la luz del sol hace arder sus cumbres al atardecer.

Las Islas Marquesas

La naturaleza es cruda y su encanto embriagador, la cultura es poderosa y muy viva, déjate seducir por las Islas Marquesas. Senderismo o paseos a caballo, inmersiones increíbles, un rico patrimonio tradicional… Te espera un magnífico espectáculo que combina cultura y naturaleza.

¿Qué hacer en las Islas Marquesas?

Randonnée en couple à Nuku Hiva aux îles Marquises © Grégoire Le Bacon

Se déplacer en cheval aux Îles Marquises ©Grégoire Le Bacon

Camina tras las huellas de Gauguin o Brel, o explora “La Tierra de los Hombres” a caballo. Multitud de actividades te invitan a disfrutar de este paraíso salvaje.

Actividades en las Islas Marquesas

Rocher sortie de la mer à Ua Huka © Tahiti Tourisme

Danse de l'oiseau des Marquises © Tahiti Tourisme

Los lugares más bellos de las Marquesas

Es imposible hacer una clasificación de los diez rincones más bellos de las Islas Marquesas. Descubra la arqueología, la cultura, las actividades y los paisajes irreales de este fabuloso archipiélago. Colecciones de misteriosos tikis. Paisajes dignos de los mejores decorados cinematográficos. En el corazón de Tahití y sus islas, todos estos lugares le encantarán.

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Viajar a las Islas Marquesas es una experiencia en sí misma. Hay varios viajes de ida y vuelta a la semana en avión o barco.

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